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¡Descubre las diferencias entre la Separación y el Divorcio!


La separación implica el cese efectivo de la convivencia de ambos cónyuges, y por lo tanto, tendrá consecuencias tanto patrimoniales, como personales.

 

Para que la separación tenga efectos legales se requiere su declaración mediante una sentencia judicial, cosa que no pasa con la separación de hecho, en la que tan solo se produce el cese de la convivencia de los cónyuges pero sin producirse los efectos legales frente a terceros. La separación no pone fin al matrimonio, no disuelve el vínculo matrimonial, el divorcio sí, se obtiene mediante sentencia judicial y produce efectos frente a terceros desde la sentencia.

 

 



El divorcio produce la disolución del régimen económico matrimonial. Tras el divorcio los cónyuges pueden volver a contraer matrimonio entre sí o con otras personas. No ocurre con la separación pues el vínculo matrimonial sigue vigente.

 

Tanto el divorcio como la separación legal impiden que el otro cónyuge herede abintestato (si no hay testamento), y que tenga derecho a la legítima.

 

Tanto la sentencia de separación como la de divorcio recoge las medidas respecto al cuidado de los hijos, guarda y custodia, régimen de visitas, comunicación y estancia, ejercicio de la patria potestad, gastos de mantenimiento de éstos, la disolución del régimen económico del matrimonio, el uso de la vivienda, etc. (art. 81 y 85 del Código civil)